miércoles, 1 de noviembre de 2017
Poema para una tarde.
Poema para una tarde.
Dodecasílabo.
Desfallece la tarde entre cardos rojos,
lamiendo despojos que la angustia cala.
Sobre la blanca playa el astro resbala,
cual lágrima urgente que asoma a los ojos.
La mar apacible que juega en la arena
mirando mi pena lloró mi llorar.
Pero la gaviota, de mirada buena,
en mi triste cielo no quiere volar.
Entre tanto dejo por la playa ardiente
un collar de perlas tejido en pesar.
Y quizás un día, llegue del oriente,
la barca insurgente con la pleamar.
Amores que pasan, amores que llegan.
Las almas doblegan con dulce razón.
Alas y embeleso, qué suave se pliegan.
Hasta en los rescoldos, arde un corazón.
Jack Namore.
Safe Creative: 1505194130148.
2017.
Elegía de las hojas secas.
Elegía de las hojas secas.
Dodecasílabo.
Tengo que olvidarte, porque me haces daño.
Porque entre mis venas ya corre veneno.
Y no quiero odiarte sintiéndome ajeno,
sufriendo en tus labios un cruel desengaño.
Te voy a olvidar, puedes apostarlo.
Aunque tú quisieras tenerme a tus pies.
No sé cómo puedes, mentir y jurarlo;
Si acaso me amaste, fue solo una vez.
Esa noche aciaga de sexo y de furia
en que perjurabas tu amor inmortal.
Fue de aquellas horas, mórbida lujuria.
La braza encendida, la herida fatal.
Hoy ya no pretendo ni siquiera un beso,
ni el suave embeleso de amar y morir.
Más sé que en tus noches llorarás por eso.
En tú frío lecho lo habrás de sentir.
Y serán tus horas banal calendario,
páginas de un diario que jamás cerró.
Yo muero cada noche, igual muero a diario,
cual las hojas secas, que el viento arrastró.
Jack Namore.
De la Antología “Ecos del Ayer”
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2017.
Poema de la mágica aurora.
Poema de la mágica aurora.
Dodecasílabo.
Aurora que llegas con tu luz radiante
dime si alumbraste su blanca ventana.
Yo siempre la recuerdo, aunque esté distante.
Llénale de albores la fresca mañana.
Del cálido roció que emana mis ojos.
Lágrimas que gimen sus hondos pesares.
Píntale dulzuras, en sus labios rojos,
y que nunca amortaje amargos dolores.
Dile aurora ingente con tu grata risa,
con la magia eterna de tus alegrías.
Quizás le recuerdes que mueren los días,
cual esta esperanza, que se va de prisa.
Jack Namore.
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2017
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